Sencillo, esponjoso, vistoso, aromático y buenísimo. Así podríamos definir al bizcocho de hoy. Es una receta que se hace con ingredientes de toda la vida, no hay que ser un chef experimentado y quedas como un rey con tus invitados. ¡Y para un desayuno está espectacular!
Ingredientes
3 huevos
1 yogur de limón
250 gr de azúcar
180 gr de aceite
230 gr harina
1 y ½ de levadura
raspadura de limón
Preparación
Precalentamos el horno a 170º. Enharinamos el molde y engrasamos con aceite o mantequilla (en mi caso utilicé un poco del aceite de la masa)
En un bol mezclamos el yogur, los huevos y el aceite. Batimos bien hasta que no queden grumos del yogur y tenga un aspecto uniforme.
Agregamos el azúcar, la harina tamizada, la levadura y la ralladura de limón.
Horneamos unos 25 minutos aproximadamente. Pinchamos con un palillo y cuando salga limpio lo sacamos. Se deja enfriar en una rejilla y se desmolda.
Podríamos comérnoslo así directamente o espolvoreado con azúcar glass pero en este caso he optado por un glaseado de limón que realizaremos con azúcar glass y gotas de zumo de limón. Removemos hasta conseguir una pasta espesa y opaca y lo esparcimos por el bizcocho. Tened en cuenta que cuanto más líquido sea más transparente quedará en el bizcocho…que es lo que me ha pasado a mi!
¡¡¡A disfrutar!!!